A principios de mes (entre los días 6 y 9) fue el aniversario de uno de esos hechos que cambian el curso de la historia. 67 años hace ya de los lanzamientos de las bombas atómicas Little Boy sobre Hiroshima y Fat Man sobre Nagasaki.
No hay mucho que añadir a estas alturas a todo lo que ya se pueda haber dicho. Pero teniendo en cuenta las fechas que eran, pensé que ya era hora de ponerme con la película animada que da título a este post, después de bastante tiempo dándole largas.
El cómic estaba muy “novelizado” en el sentido de que no era una biografía sin más (eso lo había realizado Nakazawa unos años antes en el comic corto “I saw it!”, absolutamente recomendable), sino que partía de sus experiencias para hacer un relato más amplio y diverso.
Arranca un par de días antes de la explosión, y está protagonizada por Gen, un niño de familia humilde. Su padre se dedica a fabricar a mano zapatos de madera, pero la guerra ha provocado que el negocio no vaya demasiado bien. Su madre está embarazada y en una situación difícil: la comida escasea y eso puede ocasionarle problemas al bebé.
Las condiciones de vida previas al “gran suceso”, se ven francamente bien reflejadas y se le dedica una cantidad de tiempo muy respetable. El padre de Gen tiene una escena donde critica abiertamente la militarización de Japón y afirma que “Japón ha perdido la guerra” y que seguir adelante solo provocará más muertes. Es fácil ver como Nakazawa culpabiliza del desastre a ambos bandos, por haber llegado a una situación tan extrema. Durante los años 80 y los 90, realizaría gran cantidad de cómics sobre los abusos del ejercito japonés durante la invasión de Manchuria.
No hay demasiado a destacar desde el punto de vista técnico. Es solvente, pero los diseños y la animación son bastante limitados. Hay un muy curioso contraste entre lo “cartoon” de los diseños y la crudeza de los hechos que narran. El hecho de que los personajes principales sean niños, con unos rasgos tan caricaturescos, y estén doblados por niños, le da a todo un tono muy diferente al que resultaría de haber apostado por una película de acción real o una de animación visualmente mas moderna. Da igual lo mucho que un doblador se esfuerce, un niño llorando desconsolado solo suena de forma genuina cuando es un niño el que lo dobla.
Estas cosas que se le pueden reprochar como película, no minimizan su impacto como testimonio. Es difícil de ver, sabiendo que parte de lo que uno ve, ocurrió realmente. Además, aunque haya un intento bastante evidente de provocar la lágrima en el espectador, se aprecia una completa sinceridad en lo que se quiere transmitir.
Puede que no sea perfecta, pero es una película totalmente recomendable. Y sin querer entrar en detalles, su final me parece magnifico, hace que la película tenga más cohesión y sentido del que hubiese tenido sin él.
En España solo se editó la primera película en VHS, pero en USA y UK puede encontrarse en DVD a precios bastante asequibles, con buena imagen y subtítulos en ingles. En la edición que yo tengo (UK) vienen ambas películas en el mismo DVD.
-------------------------------------------
La 2ª guerra mundial no ha gozado de tantas adaptaciones serias en animación como en acción real, pero para los interesados en la animación japonesa, probablemente sería recomendable revisar “La tumba de las luciernagas” (Isao Takahata), la miniserie “The cockpit” (Yoshiaki Kawajiri, Takashi Imanishi y Ryousuke Takahashi), o la serie de TV “Zipang”, basada en el manga de Kaiji Kawaguchi.
1 comentario:
En una conferencia sobre manga en la casa de Japón en Madrid nos hablaron de este manga (es como dices muy didáctico xD) Pero no sabía que existía una animación.
Intentaré verla :)
Publicar un comentario