No es el primer manga sobre montañismo que nos llega, Jiro Taniguchi ha hecho no pocas incursiones en el tema: La cumbre de los Dioses, El viajero de la Tundra o K, por poner 3 magníficos ejemplos. Pero la verdad es que el enfoque varía bastante.
Normalmente las historias de personas que escalan una gran montaña se centran en las dificultades, en su perseverancia ante la adversidad, en la superación humana... aquí, en cambio, nos encontramos ante un protagonista que es rescatador voluntario y que parece que ya dejó hace tiempo su época de escalador aventurero. Colabora activamente con el grupo de rescate en montaña en los Alpes japoneses, y aprovecha su pericia tratando de salvar a otros montañeros en apuros.
En cada capítulo, una pequeña historia. Personas muy diferentes que quieren cumplir un sueño, vivir una aventura... y cometen un error fatal o tienen mala suerte. El protagonista es bastante desenfadado en su trabajo, pero el realismo en todas las escenas y situaciones es muy palpable.
Quizás lo que más me ha sorprendido es ese enfoque, esa actitud positiva que destila. No por las situaciones en sí (que a veces son duras), sino por la agilidad al narrar, la ausencia de un dramatismo exagerado y el carácter afable del protagonista. Y por el camino de este primer tomo vemos un pequeño flashback y algunos comentarios que nos hacen preguntarnos por el pasado del protagonista y porqué se dedica ahora a ese trabajo.
El dibujo es espléndido. Los personajes tienen mucha personalidad, y un diseño y expresividad muy caracterísiticos. La narración es ágil, muy dinámica, y los paisajes y movimientos de los personajes se notan completamente naturales y realistas.
Un nuevo acierto de la editorial Planeta, que espero que reciba unas ventas acordes a su calidad. (NOTA: No, no las ha tenido. La serie se canceló en el 4º volumen. Una de las cancelaciones que más me ha dolido.)
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