CHIKO, Heiress of the Phantom Thief (Nijū Mensō no Musume, Nobuo Tomizawa - 2008)



El año 2008 ha dejado bastantes buenas series, muchas de las cuales se han quedado a la sombra de las producciones “mayores”, de forma difícilmente justificable. Todos los años hay pequeños “sleepers” que solo una pequeña parte del publico llega a ver enteros, a pesar de su calidad. Nijū Mensō no Musume (CHIKO, Heiress of the Phantom Thief) es una de ellas.

Surgida de la colaboración entre el prestigioso estudio Bones (Eureka Seven, Wolf´s Rain, Fullmetal Alchemist) y Telecom Animation Film, colaboradores de Hayao Miyazaki y el estudio Ghibli en muchas producciones animadas, la serie esta basada en un personaje mítico: El célebre ladrón de las veinte caras, creación de Rampo Edogawa.

Nijū Mensō (Veinte Caras) es un personaje conocido de sobra de Japón, pero que apenas ha salido de allí. Normalmente enfrentado al sagaz detective Kogoro Akechi (el primer gran detective de la historia de las novelas de misterio japonesas, también creación de Rampo Edogawa a principios del siglo XX) en unos duelos intelectuales de gran altura. Sumidos en un respeto mutuo, a lo largo de toda una saga de novelas, el audaz e inteligente ladrón anunciaba robos que el detective Akechi trataba de evitar a toda cosa.



La presente serie cuenta con la aprobación de los descendientes de Edogawa y esta ambientada en ese mundo y época. Hasta el detective Kogoro asoma la cabeza un poco.

Pero no son ellos los protagonistas, sino que el personaje principal es una chica de 11 años, que vive con una familia despreciable, y que tras el primer episodio se unirá al afamado ladrón e ingresará en su “familia” de ladrones. Los primeros episodios de la serie, mas o menos autoconclusivos, nos muestran la integración en el grupo y como poco a poco trata de conocer a ese enigmático personaje. Mas adelante, en la tradición de las historias clásicas de ladrones, ocurrirán sucesos extraños, giros de guion bastante llamativos y sorprendentes revelaciones. A lo largo de la serie, no es raro que cada X episodios el esquema hasta entonces habitual, se cambie.

Aunque ocurra en un mundo creíble y este perfectamente ambientada en esa época determinada del Japón del siglo XX, la serie no tiene pretensiones realistas ni mucho menos. Ese espíritu de historia de ladrones aventureros impregna toda la serie: dirigibles, trenes, submarinos, persecuciones, robos espectaculares y grandes villanos, hacen que todos los episodios sean un entretenimiento de primera, apoyado sobre unos personajes y una historia tremendamente interesantes. El hecho de que su protagonista vaya creciendo tanto física como mentalmente conforme avanza la serie, le da a la historia una progresión en el tiempo muy dinámica.

A nivel de producción se le puede reprochar poco. No es de altísimo presupuesto, pero mantiene un nivel francamente bueno en todo su desarrollo, y por momentos se torna espectacular, especialmente en las secuencias mas de acción. La ambientación en general es muy creíble, se ve que hay un trabajo de documentación detrás bastante exhaustivo.

No es la mejor serie del 2008 pero si una de las mejores, y desde luego de las más entretenidas de ver. Cada episodio aporta nuevos datos y situaciones… toda la serie es muy amena y logra mantener el interés durante todos sus 22 episodios.



PD: Si queréis leer algo de Rampo Edogawa, Ediciones Jaguar ha editado dos libros suyos: “Relatos japoneses de Misterio e Imaginación” y “La lagartija negra y la bestia entre las sombras”.

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