A todos los asistentes les realizó un pequeño dibujo rápido además de la firma correspondiente. Un tipo muy entrañable. Desgraciadamente no pude asistir a la conferencia en que participó.
Bueno, sigo comentando sus obras editadas en España:
Panorama infernal.
La obra más personal de toda la carrera de Hino, indispensable para todo el que quiera saber un poco sobre quién hay detrás de estos cómics.
Es la historia de un pintor desquiciado obsesionado con la sangre, la violencia y con el color rojo. Pinta sus cuadros con su propia sangre, y vive medio aislado en una casa de tipo tradicional con miembros de su familia, cada uno de los cuales esta tan desquiciado como él.
El protagonista nos narra en cada capitulo uno de sus cuadros, con títulos tan sugerentes como “La guillotina”, “El crematorio de los cadáveres sin cabeza” o “El sueño del pequeño demente”. Son las divagaciones de un loco, que arrastra al lector hacia los mas insondables pozos de la locura sin ninguna página de descanso.
Y si alguien se lo esta preguntando... si, todo tiene sentido. Es lo que ocurre cuando alguien construye realmente bien una historia, atando todos los cabos. A día de hoy sigue siendo mi tomo favorito de la colección.
El hombre cadáver
Es la historia de un hombre que se despierta en la playa, y al mirarse en un espejo descubre que toda su piel se está descomponiendo. No recuerda quien es, ni como ha llegado hasta allí... la única realidad es que las pruebas que le hacen indican que esta muerto y sin embargo es capaz de moverse.
Una historia triste, con un pequeño margen para la esperanza. Su descomposición física, no es sino el reflejo de su anacronismo, la de una presencia... que no debería existir.
Es un buen cómic, sin duda, pero menos redondo que “El niño gusano”.
La criatura maldita
Si entre “El hombre cadáver” y “El niño gusano” se pueden hacer unos cuantos paralelismos, podemos añadir “La criatura maldita” al grupo fácilmente. La historia de una pobre niña abandonada en un vertedero por su aspecto demoníaco entra de lleno en su esquema habitual.
Ahora bien, si “el niño gusano” era un niño que era consciente de lo que pasaba, y “el hombre cadáver” se trataba de un adulto... en esta ocasión tenemos a una niña recién nacida. El comic narra (sin apenas palabras) como son sus primeros meses de vida y como aprende a desenvolverse entre la basura, viviendo con los animales que pueblan el vertedero. Es un enfoque realmente interesante y aporta un toque muy especial. En una escena tan grotesca como conmovedora, por ejemplo, la niña se acostará en lo alto de una montaña de despojos, acurrucada junto a un maniquí roto femenino, durmiendo mientras siente algo que no sabe lo que es.
También tiene toques de Pinocho. Llegado un punto a la niña le dirán que hay una forma de recuperar su vida como humana, un aspecto de niña normal y ser feliz. Aunque quizá lo que deba dar a cambio sea demasiado.
No me entendáis mal, es un manga con imágenes bastante truculentas y la situación general es muy desagradable, pero en todo el cómic subyace ese sentimiento de inocencia propia de los niños... y a la vez, un pesimismo y una tristeza profundamente humanas.
La enfermedad de Zoroku
Se trata de historias que Hino publicó en 1970 al comienzo de su carrera como autor en la revista Shonen Gaho. Según sus propias palabras al final del tomo, su fuente de inspiración principal fue “El hombre ilustrado” de Ray Bradbury, aunque la verdad sea dicha... no es que haya muchos parecidos entre una cosa y otra.
La primera historia, que da titulo a la recopilación, trata sobre un pobre hombre enfermo que progresivamente va siendo repudiado por su familia y su pueblo. Ambientado en un pueblecito japonés tradicional, tiene ya todos los elementos que luego serían una constante en su producción.
Según parece fue el relato que le proporcionó el salto a la fama, y dejó una profunda huella en la gente que lo leyó por aquella época. Los siguientes 3 relatos aquí recopilados se publicaron originalmente en este mismo orden después de Zoroku:
-“Bajo el agua”: Un niño inválido no puede salir de su casa y ve como su madre cada vez frecuenta peores compañías para conseguir dinero. Y cuanto mas dinero consigue... mas descuida a su hijo. El pobre chico solo encuentra un refugio mirando su querida pecera y soñando con al libertad del mar.
-“El ratón recién nacido”: Una familia adopta un ratoncillo que crece demasiado y se acaba convirtiendo en una monstruosa amenaza para ellos.
-“El demonio de las mil libras”: La historia de como un grupo de niños sobreviven durante el duro invierno, después de que su pueblo haya sido arrasado por unos bandidos.
No son los mejores relatos de su autor y visualmente son bastante más pobres que su producción mas actual, pero arrojan mucha luz sobre el autor, su evolución, y los temas que le interesan.
El hijo del diablo
Uno de los temas favoritos de Hino es la soledad de personajes que están fuera de la sociedad, normalmente por su decadente aspecto físico o mental. “La criatura maldita” no es una excepción, pero con matices.
La primera vez que lo leí no supe muy bien que pensar y ahora mismo aún estoy dividido. Está compuesto de dos partes muy diferenciadas:
-La primera vendría a ser una recreación del mito de Frankenstein un tanto peculiar, con un eminente medico que pierde a su hijo en un accidente y desesperado sigue los consejos de una bruja para resucitarle. El problema es que su hijo resucitado (mediante un sacrificio de sangre) tiene un aspecto monstruoso... y solo adquiere el aspecto que tenia cuando bebe sangre. Por supuesto el médico tratara de emplear todos los medios científicos a su alcance para tratar de curarle.
-En la segunda parte cambia bastante la historia aunque el personaje central sea el mismo. Un ser que no debería existir, arrancado del mismísimo infierno, recorriendo el mundo. Aquí el cómic se torna mas peculiar si cabe... con muchas referencias religiosas... y llegando a mostrar hasta el mismísimo infierno con imaginería budista.
Aunque contiene imágenes poderosas, la verdad es que la parte final queda un tanto dispersa y deja la sensación de que las aspiraciones del cómic solo se han cumplido a medias. Sigue siendo muy interesante, tanto por la primera parte, como por toda la iconografía budista y religiosa que adquiere más tarde.
A modo de curiosidad decir que creo que es el único cómic de Hino editado en España que no se ha editado en Estados Unidos, aunque desconozco las razones.
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